Alberto Ascari, "Ciccio".
Mayo de 1955.
Alberto Ascari se encontraba en Milán si no convaleciente, si aún dolorido tras su increíble accidente ocurrido días antes en el tanscurso del GP de Monaco cuando se salió de pista en la zona del puerto y con su Lancia D50 fue a parar a las aguas. El susto quedó en una pequeña fractura de nariz y un apierna dolorida.
Tal día como hoy recibió sobre las diez de la mañana una llamada de su amigo Eugenio Castellotti quien se encontraba en Monza probando en Ferrari 750 S invitándole a acercarse con la sola pretensión de verse. A Mietta, esposa de Alberto, no le gustó la proposición. Pero Ascari desayunó, se aseó y salió. Cuenta su mujer que estaba muy tranquilo y que le comentó que estará de retorno para la comida. Salió conduciendo hacia el autódromo.
Llegó justo en una de las pausas. Junto con Castellotti y su amigo el inolvidable Giovanni Lurani (ingeniero, piloto y destacado periodista) tomaron un té mienras charlaban en especial sobre el accidente de Ascari en Montecarlo y su estado de salud. la conversación fue "subiendo de tono", un comentario llevó a otro y en un momento dado, ya en los boxes, decide subirse al 750S. Chequeó los instrumentos como suele ser habitual y no pudo resistirse. Dijo que quería saber como se encontraba y que daría sólo tres o cuatro vueltas. Se puso el casco, gafas y guantes de Eugenio y arancó. Eran las 12,25 horas del 26 de mayo de 1955.
Dio dos vueltas no muy rápido. Pero en la tercera a los mecánicos les pareció que forzaba algo más la mecánica. No se le volvió a ver con vida. En la curva del Vialone el Ferrari frenó brusca e inopinadamente hasta salirse de pista y volcar varias veces. Era el único coche que rodaba y el silencio se hizo en el autódromo. Cuando acuden al lugar en su socorro Alberto Aascari está prácticamente muerto. Múltiples fracturas en el cuello, la cara, el hombro, la pelvis, las piernas... Eran las 13,05 horas.
Sobre las causas del siniestro se dieron múltiples versiones, algunas muy noveladas: la irrupción de un operario en la pista, un desvanecimiento, la corbata que le molestó con el viento, por supuesto un fallo mecánico... todo conjeturas.
Fue dos veces campeón del mundo, un total de 13 ggpp ganados en la órbita de dicho campeonato, amén de otras victorias en carreras no puntuables, también en F2, F Libre y sonoros triunfos pruebas de sport: Nürburgrin, Mille Miglia. Uno de los más grandes de todos los tiempos.
Su padre, el gran Antonio Ascari, magnifico piloto de los años 20 y amigo personal de Enzo Ferrari, también había muerto al volante y sobre la pista, en Montlhery en 1925, ambos a la edad de 36 años y un día 26.
Saludos, Bandini.