El pasado fin de semana (24 al 26 marzo), se celebraba en
Tarragona la cuarta prueba del mundial de rallyes, el 42 RallyRACC
Catalunya-Costa Daurada.
Con
la nueva ubicación en el calendario, apenas 5 meses separaban la prueba de la
celebrada el año anterior (28, 29 y 30 de Octubre). Poca variación en el
rutómetro del rallye hacían de esta prueba prácticamente un calco a la del año
anterior. Las especiales tarraconenses destacan en general por su extrema
rapidez y el buen firme de su trazado. El año pasado dos pilotos españoles
cuajaron una excelente actuación, Dani Sordo se proclamó campeón del JWRC y el
catalán Xevi Pons obtuvo una muy destacable 4ª posición, tras un impresionante
mano a mano con el piloto de Ford, Mikko Hirvonen, que aventajó en 1,2
segundos al piloto de casa privándole de un más que merecido podium.
Con todos estos ingredientes, una perfecta ubicación como es
la localidad de Salou y una climatología benigna se presentaba el inicio de la
prueba de casa. Una prueba en la que como siempre el RACC echa el resto y
cumple con nota sobresaliente en el aspecto organizativo. Un 10 para ellos en
medios y saber hacer.
Hay
muchas maneras de vivir un rallye, mucha gente involucrada: espectadores,
participantes, organizadores, colaboradores, equipos de asistencia etc. Una
prueba de este tipo “arrastra” a mucha gente, y cada uno la vive a su manera.
Seguramente con el denominador común de vivirlo con mucha intensidad, pero
cada uno desde su perspectiva. A nosotros este año nos tocaba vivir el rallye
de una manera un tanto especial. Hemos tenido la oportunidad de compartir la
prueba con el equipo Kronos Citröen. Con un coche ganador, como es el Xsara y
con el trío de pilotos formado por Seb Loeb, Xevi Pons y Daniel Sordo la
escuadra capitaneada por Marc Van Dalen aspiraba a todo en la prueba catalana.
Un
mundial en el que solo participan dos marcas de manera oficial (Ford y Subaru)
puede dar lugar a pensar que está en declive, pero nada más lejos de la
realidad. Las infraestructuras de los equipos “privados” no tienen nada que
envidiar a las de los oficiales. El equipo Kronos, formado oficialmente por
Pons y Loeb también da asistencia al coche del joven Daniel Sordo. Tres
equipos de mecánicos y sus correspondientes ingenieros velan por la perfección
de las mecánicas durante la prueba. El habitual tránsito de personas en las
carpas del equipo, los preparativos antes de la llegada de los vehículos a la
asistencia por parte de los mecánicos, los ingenieros pegados a los
ordenadores recibiendo inexplicables datos de telemetría para nosotros los
mortales, el seguimiento meteorológico, el seguimiento de tiempos y ubicación
exacta de los coches durante la competición, la tensión, la ilusión, el ansia
de triunfo… Todo esto es lo que se respira desde el seno de un equipo ganador.
Como
exponente máximo del automovilismo siempre se ha tenido de referencia al mundo
de la Fórmula 1, pero nosotros concederemos el beneficio de la duda antes de
coronar a esta especialidad como la categoría reina del deporte de motor. En
las asistencias se vive al segundo, todo está controlado y se actúa a través
de unas pautas. La actividad de los mecánicos del equipo Kronos tras la
llegada de los coches a la asistencia es inmediata. Nada tiene que envidiar su
coordinación con la que podemos ver en un pit stop de un GP de Fórmula 1,
absolutamente nada.
Esto en el aspecto técnico, pero tras una victoria, tras un
buen resultado se esconden muchas horas de sacrificio por todos los miembros
del equipo. Estos buenos resultados no serían factibles si al volante de los
coches no se encontraran pilotos de la talla de Loeb, Pons y Sordo. Estos tres
talentos y sus navegantes (no olvidemos a los copilotos, de ellos depende en
gran medida obtener un buen resultado) son los encargados de culminar todo
ese trabajo. La disputa de un rallye al máximo nivel exige mucha
concentración. Al llegar a la asistencia los pilotos apenas tienen descanso,
el ritmo es frenético. Prensa, indicaciones a mecánicos, comentarios con los
ingenieros, posibles cambios en los reglajes del vehículo, entrevistas para
televisión… Ni siquiera en esos momentos obtienen momentos de absoluta paz y
relax. Si tuviéramos que definir con una palabra lo vivido dentro del seno
del equipo líder del mundial de rallyes esta sería sin duda intensidad.
A parte de una sensación impresionante de coordinación y control absoluto
de la situación en todo momento por parte de todos y cada uno de los miembros
del equipo, en resumen, savoir faire.
En
lo deportivo destacar el primer doblete del equipo Kronos. La victoria fue a
parar a manos del actual campeón del mundo Sebastien Loeb, seguido por un
impresionante Dani Sordo y en el tercer cajón del podium finalizó el piloto de
Ford Marcus Gronholm. Destacar el fatal desenlace para el piloto de Kronos
Xevi Pons, que sufrió una salida de pista sin consecuencias en la cuarta
especial de la segunda etapa cuando marchaba en una merecida tercera posición.
A título personal quisiera mostrar mis agradecimientos a
Jordi Roquer, manager de Xevi Pons, así como al propio Xevi por brindarnos
esta oportunidad. Para un aficionado, el poder disfrutar desde dentro el
ambiente del mundial y poder compartir momentos con sus protagonistas es algo
para no olvidar. Por todo esto ¡muchas gracias! y suerte en lo que queda de
temporada, muchos éxitos vendrán. Saludos y ¡GAS!
-Alex García Ros-