Si nos fijamos en los conductores que atascan
nuestras ciudades todos los días, podemos descubrir que hay un sin
fin de posturas y variedades que aunque parezca increíble les permite
manejar el volante y hasta conducir.
De lo que no se dan cuenta es que esas
posturas en un porcentaje muy alto de casos, son incorrectas. Los hay que
parece que se abrazan literalmente al volante, los que cogen el volante
con los brazos totalmente estirados, los que van tumbados, los que apenas
llegan a los pedales, los que pueden girar el volante con las rodillas,
en fin, una variedad muy completa de situaciones.
Si le preguntas a cada conductor te dirá
que "es muy cómoda esta postura", no si cómoda será,
sobre todo los que van tumbados, pero ¿qué pasaría
ante un imprevisto?, y ¿un viaje durante 2 horas por carreteras
nacionales? con curvas y adelantamientos.
Parecerá mentira pero las constructoras
invierten muchos millones en adaptar la posición de conducción
al tamaño de cada posible conductor. Dotándole de asientos
de múltiples reglajes; lumbares, dorsales, altura, longitud de banqueta,
etc. Incluso volantes con regulador de altura y acercamiento. En fin que
conseguir la postura idónea sólo es cuestión de un
ratito.
El problema más grave es que si
no sabes como se debe uno poner, lo regulas como si estuvieras sentado
en tu sofá favorito de casa y en vez de coger el mando a distancia
coges el volante.
Existe una postura que todos los profesionales
del motor recomendamos, que nos enseñan en las autoescuelas pero
que olvidamos según nos dan el carnet. Debemos seguir estos pasos:
Una vez sentado, ajustamos la banqueta
en su distancia a los pedales. Pisamos el embrague a fondo y lo movemos
hasta que la parte inferior del muslo apoya un poco en la base del asiento.
Después ajustamos el respaldo de tal forma que el codo quede un
poco flexionado o lo que es lo mismo que con la espalda totalmente apoyada
estiramos el brazo y tocamos con la muñeca la parte superior del
volante (en amarillo en la figura). Un respaldo demasiado cerca, nos quita movilidad en los brazos
y demasiado alejado, implican no llegara coger el volante o la necesidad
de levantarnos para hacerlo.
La postura que se ve en los Fórmula 1,
es específica para ese tipo de coches, en el que todo se hace a
la medida del piloto.
Por último nos abrocharnos el cinturón
de seguridad, y lo tensamos un poco tirando de él hacia arriba,
por la parte que pasa por nuestro pecho, sin pinzas ni nada por el estilo.
Reducir unos centímetros el cinturón a nuestro cuerpo pueden
ser los necesarios para incrustarnos el volante en el pecho o atravesar
el cristal.
Antes de salir revisar que los retrovisores
abarcan todo el espacio que no podemos ver a los laterales y desde el espejo
interior. Hay muchas personas que aumentan el ángulo muerto para
ver su flamante costado, que según ellos le sirve de referencia.
En un vistazo rápido no se debe ver el coche sino el mayor ángulo
posible, si se quiere ver el coche desplazar un poco la cabeza para verlo,
pero sólo en caso de referencias al aparcar o sucedáneos.
De esta manera reducimos mucho el ángulo muerto, para evitar ese
susto imprevisto del bocinazo del contrario al realizar nuestra maniobra.
Echar un vistazo a vuestra postura al volante
y revisarla con estas pautas, veréis como mejora vuestra seguridad
al volante.