Fórmula Campari 2000
Madrid, 21 de marzo de
2000.
Paseo de la Castellana,
22.
Son
las 23:50 de la noche, la gente se arremolina en uno de los laterales.
Hay una pequeña barra, atendida por bellas señoras, y suena
una dulce música, que por momentos se hace más y más
intensa, cada vez suena más y mejor. Podríamos pensar que
estamos en la primera terracita de moda de la Castellana, pero no es así.
En la barra sólo sirven bitter Campari con naranja, es comienzo
de la primavera, hace unos 10º de temperatura ambiental y la música
es de un solo grupo: "Fórmula Campari 2000", cuyos integrantes son
los hermanos Ferrari con F50 en la voz , F40 al bajo, 355 en la batería,
Modena a la guitarra, Maranello en los teclados y como acompañamiento
328 y 348. El manager P4 y su acompañante 250GT descansan plácidamente
en su trono móvil.
El Hotel Villa Magna no se verá
en otra, casi 988 millones de pesetas aparcados en la puerta repartidos
en 30 sacas rojas y amarillas recién llegadas de Avila.
Se trata de la 2ª Fórmula
Campari que junto con Monte Carlo Meeting y la guía QDQ, organizan
un viaje de 2.000 Km por España sólo para propietarios de
Ferrari. Vienen de Francia, Italia, Bélgica, Inglaterra, Suiza,
Austria y Mónaco, hacen su recorrido desde Barcelona a Marbella,
pasando por Santander, León, Ávila, Madrid, Toledo, Sevilla
y Jerez de la Frontera para terminar con una gran gala en Marbella. Total
7 días, en los que los participantes sólo se preocupan de
pasear con su joya (algunos incluso se permiten el lujo de tener una máquina
para correr "P4" y otra para pasear "355 F1") por los parajes de nuestra
piel de toro. El hospedaje tenía que estar al mismo nivel que los
huéspedes, hoteles de 5 estrellas y Paradores Nacionales.
Los Ferraris, de los único que
pueden carecer es de maletero para el equipaje, pero ¿quien lo necesita?
si todas nuestras pertenencias viajan en un camión y me lo llevan
de hotel en hotel.
A
su paso por las distintas localidades van despertando autenticas revoluciones.
No hay más que ver a esa familia feliz que pasea por la Plaza San
Marcos de León un lunes por la tarde y de repente sus niños
saltan como si hubiesen visto al mismísimo ratón Mickey o
al heroe Buzz Light Year. Pero no, se trata de 30 máquinas rojas
y amarillas que apenas levantan metro y medio del suelo, y que hace que
tiren de los brazos de sus padres gritando "ala, mira papa, cuantos Ferraris".
Por supuesto no puede faltar ese "tifoso"
que te puede recitar de memoria la ficha técnica del Ferrari F40,
modelos actuales, propietarios, precios, historia, anécdotas, etc.
Y llegamos a los circuitos (Montmeló,
Jarama y Jerez). Sólo aquí, los propietarios dan rienda suelta
a su pasión, y aprietan el acelerador a fondo para exprimir toda
la esencia de su caballino rampante. Imaginaros los que es 10.500 caballos
de potencia por la pista del Jarama. Que dicho sea de paso, el tiempo respetó,
y dejo correr hasta su hora, para luego descargar una buen dosis de agua
y limpiar todo rastro del paso por el asfalto de tantos millones rodantes.
Sólo
los 10 afortunados del concurso organizado por ya.com, pudieron sentir
la descarga de adrenalina que produce un 355 F1 de la FIA GT. El resto
de mortales nos consolamos con soñar ser uno de ellos algún
día.
En fin, todo un viaje de placer para
los participantes y regalo a los ojos de los ciudadanos de tamaño
medio, que de repente nos vemos rodeados en un semáforo con Ferraris
por los cuatro costados. Se pone verde en los mismos segundos que todos
los días, pero esta vez, pasan demasiado deprisa. Te acaban de alegrar
el día, y no se lo van a creer tus compañeros cuando lo cuentes
en el trabajo.