Si nos da permiso del reverendo Borsari, pasamos a la edición de 1951.
Fue el año de la angustiosa victoria de Villoresi a bordo de su precioso 340 America. Y digo angustiosa ya que a casi 300 kms de la meta, Gigi siendo líder de la carrera, se quedó prácticamente sin frenos en su ya tocado 340 . Bracco venía en su persecución, haciendo también una carrera admirable a bordo de un Lancia Aurelia sólo de dos litros y medio, muy ágil en las zonas mojadas y reviradas, estaba a menos de dos minutos en segundo lugar.
Si Villoresi trataba de arreglar los frenos, la primera posición se la arrebataba Bracco sin lugar a dudas. Como el trayecto hasta la meta era bastante recto y liso, Gigi decidió no reparar la avería y, a base de usar el cambio a conciencia, logró llegar a Brescia en primera posición.
Hubo 26 Ferrari en la salida y sólo 11 en la llegada, pero uno en cabeza.
En la fotografía, un fresco Gigi da explicaciones de su carrera. A su lado se ve a su madre y, debajo, una bombita recreación de Nicholas Wat.
Saludos, Bandini